¿Debería hoy empezar con mi historia?
Permanezco en el mismo lugar mientras mi vida pasa por mis ojos.
Es inevitable sentir estas cálidas lágrimas en este día gris y frío.
El paisaje tiñe nuestro lado paradójico y al otro lado, quizás en otra realidad, nos reflejamos en una historia sin fin.
Pensamos, nos detenemos. Me pregunto si aquel otro yo no es tan solitario como el que veo en el espejo todos los días.
¿Será mi egoísmo la fuerza principal que me mueve?
Si es así, me borro de esta realidad. Quiero ser como ella.
Mi espíritu no se da por vencido, mi corazón se levanta hacia el cielo.
Teorías de un viaje en el espacio mágico, aquel que nos baña con rayos de Sol.
Aquí en este puesto donde mi mente viaja y mi corazón se vuelve mucho más cálido. Mi espíritu vuela.
Escucho mis pasos. Del otro lado hay una sonrisa bajo el paraguas.
En una tarde gris y fría donde estos húmedos suspiros son reemplazados por una sonrisa. Mis pasos.
Ahí, donde nos encontraremos, corro un poco más rápido, un poco más desesperada.
En esta tarde donde mis lágrimas calientan mi corazón, paradojas se dibujan en el cielo y escuchando los cantos te encuentro.
En esta tarde donde las realidades se vuelven una...sonrío...y, nos agarramos las manos.
Mi espíritu se levanta.